“Él nunca lo haría.. No lo abandones”
“Él lo haría todo por ti’’. "Funciona sin pilas”
“Nunca es pronto para hacer buenos amigos” y “Amigos de toda la vida”.
¿Cuántas veces has pensado en tener un animal de compañía? Tener una mascota en casa puede ser una experiencia constructiva y agradable. Al margen de si lo compras o lo adoptas, si es de raza o es mestizo, si es tradicional o exótico, lo importante es que nunca te arrepientas de haberle abierto las puertas de tu hogar y de tu corazón. Puede que tú cambies de opinión, pero él nunca dejará de demostrarte cariño durante toda su vida. Recordemos que el abandono de animales domésticos, además de la crueldad y el maltrato hacia los mismos, son delitos tipificados en el Código Penal.
Los esfuerzos de distintas asociaciones para erradicar este problema son cada año más intensos.
Las cifras de la vergüenza.
Una estimación escalofriante: el 95% de los perros y gatos abandonados durante la estación estival, terminan siendo atropellados o exterminados en perreras municipales. La estadística de abandonos del 2002 revela que un total de 89.500 perros y unos 100.000 gatos fueron víctimas de esta acción tan indeseable. Los meses en los que más se repite esta práctica son enero -cuando terminan las navidades-, marzo -cuando concluye la temporada de caza- y junio y julio -cuando comienzan las vacaciones veraniegas-.
Con la llegada de los meses de verano, muchas personas tienen la oportunidad de pasar unos días de descanso gracias a las vacaciones. Entonces surge la pregunta: ¿qué hacemos con la mascota? Hoy en día, existen alternativas al abandono muy atractivas y económicas. Lo más barato es dejar a nuestro animal de compañía en casa de algún familiar o amigo que se comprometa a dar a nuestro fiel amigo los cuidados que nosotros no le podremos prestar en nuestra ausencia. Es importante que la mascota quede bajo el cuidado de una persona de plena confianza y con un alto grado de responsabilidad.
En el caso de que no contemos con ninguna persona que se haga cargo de él, podemos recurrir a las residencias. En la actualidad, existen varias residencias caninas y felinas muy equipadas y en las que desempeñan su labor profesionales muy preparados, por lo que no tendremos que preocuparnos de nada. También puede darse el hecho de que no deseemos separarnos de nuestro animal doméstico; en ese caso, los propietarios de perros y gatos tienen a su disposición hoteles especiales donde disfrutar de su estancia en compañía de su más preciado tesoro.
Solucionar problemas.
Además de las vacaciones, existe un extenso catálogo de incidencias que son resueltas con el abandono. Lo importante es prever este tipo de situaciones y hallar la información necesaria para descartar un final tan triste. El nacimiento de un bebé llena a una pareja de satisfacción, pero si en la casa habita un animal doméstico, pueden surgir las dudas, el miedo y, lo que es aún peor, las temibles consecuencias.
Un perro nunca atacará a un recién nacido. Puede que sienta celos pero el instinto de protección hacia el nuevo rey de la casa es más fuerte. Lo que hay que hacer en estos casos es no desplazar a un plano inferior al cánido. Evidentemente, el bebé absorberá nuestra atención, pero unas cuantas caricias y palabras de afecto dedicadas a nuestro can, le tranquilizarán. La vacunación del animal resulta esencial para alejar el temor a contagios.
Por otro lado, un animal con problemas de salud o que nos produce alergia, suele ser un motivo ampliamente repetido en los abandonos. Podríamos decir que enfermedades como la leishmaniosis, el moquillo, la epilepsia o la leucemia “roban encanto” a los animales que son adquiridos por puro capricho, sin embargo, un amante de los animales, hará todo lo posible por mejorar la calidad de vida de su mascota. Es la diferencia entre ser un buen amo y comportarse como una persona irresponsable.
Uno de los errores más frecuentes es pensar que nuestra gata o nuestra perra no va a quedarse embarazada. Creemos que tenemos todo bajo control hasta que ocurre; es por eso que la prevención es indispensable. La esterilización debe convertirse en una práctica generalizada para evitar camadas no deseadas. La experiencia de la maternidad canina o felina es excepcional, pero no hay que pensar con antelación el hogar donde serán ubicados los cachorros.
La educación de la mascota es esencial para que no se presenten problemas de comportamiento y de conducta. Al principio, tendremos que hacer gala de una paciencia infinita: lo rompen todo, muerden los muebles, resultan agresivos, etc. El culpable del desastre no es el perro o el gato, es el dueño. Los cachorros se desenvuelven como lo que son y no podemos esperar que actúen de forma adulta con tres meses.


